El Sambil de La Candelaria: ¿juego trancado?

El Sambil de La Candelaria se ha convertido de alguna forma en emblema del choque de valores entre presidencia y ciudadanía. A pesar de los esfuerzos del presidente, la gente se resiste a renunciar a la propiedad privada como derecho, al comercio como forma de ganarse la vida. Y la seguridad para el esparcimiento de alguna manera incrementada dentro de un centro comercial, también es negada. ¿Quién será el que empuje más fuerte? El asunto no se ha resuelto en más de un año y es porque la gente ha manifestado que NO quiere lo que el presidente quiere en este caso. ¿Qué tan difícil de entender es eso? ¿No es un presidente el gestor de la voluntad del pueblo? A Chávez se le ha olvidado su misión como presidente y que no es sino un empleado del pueblo, no su rector.

El pueblo alrededor del centro comercial recogió más de 11 mil firmas para evitar que se convirtiera en un elefante blanco del gobierno. Una estructura arquitectónica destinada a centro comercial no se puede convertir de la noche a la mañana en hospital o universidad sin un considerable gasto para el estado. Inexplicable que se quiera expropiar el Sambil de La Candelaria, pero que la torre de lo que iba ser el World Trade Center de Caracas permanezca abandonada y sin utilizar a pocos metros del centro comercial.

Ahora se le quiere constituir en un centro de comercio socialista o algo por el estilo. Los vecinos están hartos y más que nada lo que desean es una solución. Cualquiera, pero una solución. Parece que es así como gana Chávez sus batallas. Extenúa al «enemigo» con su «guerra» sicológica, llena de angustia a la gente y no le da respiro. Qué lástima que los vecinos de La Candelaria hayan dejado de pelear por los derechos que consideran pertinentes. Una sensación de invencibilidad es la que está imprimiendo Chávez en la gente y no es así. Como todo en esta vida, su gobierno tendrá final algún día. Seguirá en el poder mientras se le permita, mientras todos se sientan derrotados antes de pelear por sus derechos.

Leer:

2 comentarios en “El Sambil de La Candelaria: ¿juego trancado?

  1. Pero también a estas alturas uno no puede dejar de preguntarse sino se trata de un tango entre el gobierno y los «empresarios». Con la expropiación, los dueños del Sambil se sacuden, en tiempos de crisis, de una inversión que quizá no sea rentable (en este tipo de centros comerciales, los locales se alquilan, casi nunca se venden; por lo tanto la inversión se recupera en muchos años); por su lado, el gobierno tiene un «trofeo» que mostrar en su batalla contra el enemigo (sea cual sea). (Habría que ver si no es el mismo caso que la cadena Éxito.)

    Siempre será positivo pelear por el derecho a la propiedad, pero a veces parece que somos los extras de unos de juegos de salón entre los poderosos. Saludos.

  2. Tienes razón. A uno le queda la duda de que pasa tras las bambalinas de lo que reseña la prensa. Sin embargo, no deja de parecerme emblemático y hasta simbólico esto que está pasando con el Sambil de La Candelaria.

Los comentarios están cerrados.