Ayer por fin salió el informe sobre las laptop. Un informe que no revela sorpresas para la mayoría de los venezolanos. Ni para los seguidores de Chávez, ni para sus detractores.
Chávez ha sido bien evidente en su apoyo a las FARC. Un pequeño paseo por youtube o los archivos de prensa digital bastan para apreciar el respaldo que el presidente da a este grupo «revolucionario». Y no sólo él sino sus ministros y colaboradores. Chávez ha pedido internacionalmente darle legitimidad a las FARC, lo cual automáticamente haría justificables los crímenes cometidos por esta organización. Las FARC han sido tildadas de terroristas. Es difícil no estar de acuerdo con esta calificación cuando se enumeran la cantidad de crímenes cometidos por la misma y la manera en como se cometen. Collares bomba, niños asesinados dentro de iglesias, soldados asesinados dentro de ambulancias, secuestrados encadenados a árboles, exigencia de vacunas a cambio de permanecer con vida, etc. ¿Es este el modus operandi que se espera de una organización que se autocalifica como luchadora por el pueblo? Difícilmente.
Al chavismo acérrimo le dolerá que se haya puesto en evidencia el vínculo de Chávez con las FARC. No creo que piensen de verdad que Chávez no esté bien vinculado con este grupo, si además una colaboración estrecha con las FARC se presenta bastante coherente con sus discursos y acciones, como por ejemplo el televisado minuto de silencio a Reyes. Creo que a estas alturas, creer en otra teoría de la conspiración es un tanto traído por los pelos. Decir que la Interpol es cómplice, etc. Sobre todo cuando Chávez cambió el tono con Uribe luego de que éste prometiera no ir a una Corte Internacional con las pruebas de las laptop en mano. Quizás Uribe cambie de idea luego de las destemplanzas de Chávez de ayer.
Como respuesta a las acciones del gobierno de Colombia en contra de la guerrilla, Chávez y sus seguidores lo califican también como terrorista, sobretodo por el apoyo que recibe de Estados Unidos. Y es bastante probable y cierto que las fuerzas de seguridad hayan cometido desmanes y crímenes en contra de civiles en su lucha contra terroristas y paramilitares. ¿Se justifican en la lucha contra estos grupos? Tampoco. Pero el gobierno es legal y elegido por la mayoría, la guerrilla no. Lo único que cabe esperar es que la justicia colombiana llegue a castigar estos crímenes. Y creo que hay señales positivas de que ello ocurrirá. Un país en el que sus cortes no temen acusar a ministros y diputados por vínculos con los paramilitares, se me evidencia como bastante autónomo, a pesar de todas las deficiencias que pueda tener. Justicia autónoma que por desgracia en Venezuela no tenemos.
A los que no seguimos a Chávez el informe de la Interpol tampoco se nos presenta como sorpresa. Hasta en los periódicos han aparecido mapas de dónde están los campamentos de las FARC en nuestro territorio y nadie del gobierno ha replicado a ello. Uno esperaría que ante denuncias como esas, las autoridades competentes dijeran algo como que investigarán el caso y no lo que siempre hacen, como en esta ocasión, indignarse y reaccionar vociferando que es mentira y que son confabulaciones del imperio infiltrado. Las denuncias hechas debieran ser investigadas y si no lo son, es porque no conviene. Y si en vez de una declaración comedida para esclarecer el caso lo que tenemos es una alterada lanzando acusaciones al imperio pues la denuncia se nos presenta como verdadera.
El que nada debe, nada teme. Pero incluso en este caso donde muchos estamos convencidos de que el presidente Chávez sí la debe, no creo que tenga nada que temer. Venezuela tiene algo que impide que la vayan a castigar, su petróleo. Y Chávez lo administra como le viene en gana. Ya dejó de ser el petróleo de los venezolanos para ser el petróleo de Chávez. Él decide a quién se le vende y a quién no, a quién se le regala o canjea. Él necesita al imperio, tanto como el imperio lo necesita a él. No solo a nivel económico, sino para mantener los enemigos gratuitos que distraen de las cosas realmente importantes y urgentes que necesitamos que se resuelvan en Venezuela.
Lo indignante de todo este asunto es el respaldo que se le endilga a todo nuestro país a una organización realmente asesina. Es Chávez y los seudorevolucionarios del gobierno, quienes respaldan a las FARC, no toda la nación. Venezuela no es terrorista y si algo ha demostrado a lo largo de sus últimos 50 años de historia es su vocación democrática. Apoyar a un grupo como este sería negar la mísma y validar la posibilidad de grupos similares en nuestro país al margen de la ley.
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Aquí se puede bajar el informe de la Interpol obtenido vía Romrod, en un muy acertado post al respecto.
Una relación de algunos crímenes de las FARC con videos y fotos.
Otra de las teorías de la conspiración.
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