Luego de leer el testimonio de Luis Eladio Pérez de sus años de secuestrado, me sigo preguntando cómo carrizo es que nuestro presidente le puede dar ninguna legitimidad a las FARC. No entiendo que nadie pueda tener simpatía por un grupo que no satisfecho con el crimen de secuestrarle la vida a gente, se ensañan en mantenerlas viviendo en condiciones infrahumanas. Tratándolos como ni siquiera se trata a un animal.
Y aún me repugna más que nuestro gobierno use esta situación como carta política y de propaganda. Su participación «humanitaria» para estos secuestrados notables y ningún esfuerzo visible por los venezolanos que dicha organización también mantiene secuestrados.
Me alegro que haya sido posible su liberación aún a costa del dinero que se rumora sale de las cuentas nacionales para ello, pero cómo quisiera que el esfuerzo fuera total, por además los compatriotas que también se encuentran secuestrados, anónimos para la opinión pública, sin valor político. ¿Cómo es que los medios que tanto chillan a cada boutade de Chavéz no se esmeran por hacer una campaña en pos de esa gente?
A los medios les hace falta un asesor de contenidos, caramba.
No hay decencia en los que tienen poderes.
Ojalá puedan aquéllos liberados y los otros que se logren liberar, recuperar los años de vida que perdieron, con felicidad, sin pesadillas.
Una oración por los que aún están en el horror.
Anotaciones al borde 
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